Por Andrea Romero
— Nota publicada el 2 de abril de 2020 —
La solidaridad es un valor muy preciado para los tiempos que corren. Y así también lo entienden Lucio (23 años) y Mauro (20) Molina quienes tienen un emprendimiento de impresión 3D. producen una mascarilla protectora que sirve como segunda barrera de protección para el coronavirus.
Estos hermanos estudian en la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ). Lucio está cursando Ingeniería Electromecánica y Mauro, Ingeniería en Informática. “La idea surgió a través del grupo de Facebook Comunidad de impresión 3D argentina -cuenta Lucio-. La propuesta venía siendo utilizada en otros países en los cuales el COVID 19 está mucho más avanzado. Y con la llegada del virus, quisimos sumarnos, ya que en zona sur no hay tantos impresores 3D”, explica el mayor de los Molina.
Más de 220 mascarillas ya fueron donadas a policías de Quilmes, Almirante Brown, Florencio Varela, enfermeros y enfermeras del Hospital Isidoro Iriarte de Quilmes, el Centro de Salud Malvinas de Florencio Varela, bomberos voluntarios de la unidad K-9 de rescate de Quilmes. Además, están en plena tarea de producción de otras tantas para los bomberos voluntarios de La Florida, Quilmes.
El producto consiste de un acetato transparente, un elástico, una vincha impresa en 3D y un soporte para el acetato también impreso. Juntos, esos tres componentes forman una mascarilla protectora que sirve como segunda barrera de protección, y evita principalmente que cualquier tipo de fluido tenga contacto con el personal que esté utilizándola. Es reutilizable, lo que permite que si una persona estuvo en contacto con alguien que contrajo el coronavirus, puede esterilizar la mascarilla y en todo caso, ponerle un acetato nuevo o en su defecto una placa de rayos x.
Para poder continuar con este proyecto solidario, Lucio comenta que lo más necesario es el plástico pla de 1,75 mm o PetG, material para la impresión 3D: “al momento eso lo ponemos por nuestra cuenta y con la cantidad de pedidos que hay, se nos hace un poco difícil poder seguir costeándolo”. En segunda instancia “utilizamos acetato transparente o en su defecto placas radiográficas blanqueadas con lavandina y también elástico de 4 a 7 mm”, detalla el emprendedor.
“Durante estos días conseguimos muchas donaciones de acetato pero lo que estamos necesitando es el plástico para la impresión 3D. Estamos viendo cómo conseguirlo porque por la zona se está haciendo difícil. También porque muchos se están abusando de los precios”, agrega Mauro.
Para ambos, el objetivo primordial es ayudar a la mayor cantidad de personas posible y a los estudiantes de la UNAJ que están trabajando como voluntarios. “Nos gustaría colaborar especialmente con ellos”, remarca Lucio.
El Instagram del proyecto es @allinprint3d