Por Andrea Romero
Luciano Galup es especialista en medios sociales, comunicación política y análisis de datos y en esta entrevista analiza las dinámicas en el espacio público, en el marco de un escenario inédito de mediación digital extendida que nos invita a pensar cómo conjugar trabajo, ocio, estudio, espacio privado, acciones colectivas, cuando la separación de lo público y lo privado se torna difusa.
– ¿Cómo se está dando la comunicación pública en este contexto de pandemia y aislamiento social en nuestro país?
– “La comunicación pública es bien compleja porque debe abordarse desde distintas disciplinas. Afecta distintas dinámicas sociales como infancias, ya que los chicos se vinculan por la plataforma zoom, ven a sus amigos y juegan por este medio; o la forma de organizarse de formas políticas y espacios políticos. Las charlas, las reuniones, las convocatorias son vía digital. Las formas laborales se ven muy afectadas también por estas dinámicas, sobre todo a partir de que el trabajo ingresa en el hogar y se hace compleja la separación entre el tiempo de ocio y el de trabajo. Afecta también dinámicas culturales. Creo que se requiere una mirada multidisciplinaria para abordar la transformación que genera la pandemia.”
– ¿Cómo pensás que afectan las dinámicas sociales de los espacios de la política, el trabajo, el estudio, sociales al estar predominantemente mediados por lo digital?
– “Para adelante creo que van a haber algunas transformaciones significativas. En primer lugar, con el barrimiento de las barreras de acceso digital. Casi todos los servicios digitales tienen un primer período en el cual las barreras de acceso son elevadas. Hace 10 años nadie pagaba por ver películas on line o bajar música on line, era impensado. Hoy Netflix y Spotify son servicios que se han democratizado bastante, lo cual se debe a que tiene niveles de usabilidad sencillos a precios bastante razonables. Muy probablemente salgamos de esto con muchas más personas pagando servicios digitales para acceder a noticias, a contenidos culturales, para trabajar cuestiones para el mundo del trabajo, por ejemplo, el pago de la plataforma zoom. Creo que con la pandemia muchas de las empresas de internet lograron correr las barreras para el pago a contenidos digitales.
En segunda instancia, la obligación de generar vínculos de trabajo y de colaboración a partir de medios digitales, va a generar la revisión de ciertas formas organizativas del trabajo. Muchos se están dando cuenta que pueden trabajar sin oficina, sin necesidad de trasladar a sus empleados a un lugar. En ese sentido, genera un montón de preguntas sobre la regulación de esas formas de trabajo.
En tercer lugar, creo que invita a nuevas formas de sumar o convocar a la participación política, que si bien, no sé si quedarán para adelante, los espacios políticos tienen que buscar formas de convocar digitalmente.”
– ¿Reconocés nuevas dinámicas en el uso de las redes sociales por la ampliación de su uso en varios ámbitos?
– “No encuentro formas novedosas en el uso de redes, sino que se intensifican formas de uso previo. Sí creo que quizás haya mayor consumo informativo en esos espacios, y también en algunos donde antes no había, como en Tik Tok e Instagram. Tik tok es uno de los medios por los cuales los jóvenes se informan de la pandemia. Los usos son iguales con el agregado de todos los problemas personales, colectivos. Muchos grupos anticiencia, antiderechos y anticuarentena se alimentan en estos espacios digitales pero esto ya venía ocurriendo antes.
Sí creo que hay una serie de cuestiones sobre qué tan en serio nos tomamos el uso de herramientas digitales en ámbitos universitarios. En Estados Unidos, hay una discusión muy profunda porque la administración de Trump decidió que aquellos alumnos que solo cursen on line se tienen que ir del país, no les van a renovar las visas de estudio. Por esta razón, varias universidades hicieron una demanda al gobierno porque casi todas las universidades van a tener cursadas on line. Hay una discusión qué tan en serio serían las clases on line y qué tan reemplazable es el mundo presencial por el virtual.
Según el informe de consumos digitales del Reuters Institute y la Universidad de Oxford , con un apartado sobre consumo informativo durante la pandemia, por lo que se ve se reforzó el consumo de información oficial en relación a cuestiones médicas. La confianza en la información está más inclinada a los especialistas y de los gobiernos de lo que pensamos. Las redes tienen dos tipos de usuarios que generan contenidos, y generan discusiones y alimentan las redes y aquellos que solo ingresan a leer. Por lo que dicen las encuestas se confía más en la información de los especialistas, de los gobiernos, y menos en la información que dan los medios de comunicación. Hay una revalidación de la información oficial, lo que no quiere decir que a las cuentas oficiales les vaya bien en redes.
Estas cuentas son aburridas. Las redes buscan una comunicación personal, que están hechas para personas, no para instituciones, que exigen un tipo discursivo en primera persona, con ciertos usos coloquiales del lenguaje y con ciertas libertades para hablar que las instituciones no tienen. Las instituciones o empresas que tienen community manager, intentan simular ser una persona, darle una personalidad a la marca. Pero eso para un municipio es algo bastante difícil, sobre todo porque los recursos destinados al manejo de redes son escasos y es complicado generar contenidos para esos espacios.
Sí me parece un desafío que las instituciones, los gobiernos locales se tomaran en serio el manejo de la información sobre cuestiones de salud, economía, la crisis en nuestro país y en el mundo y pudieran hacer sinergia de algunos contenidos. Estaría bien que los municipios trabajaran con la información del Ministerio de Salud de la Nación y los ministerios provinciales para no generar sus propios contenidos sobre la pandemia. En términos informativos se ha valorizado bastante la palabra científica y oficial en un amplio sector de la sociedad. Las conferencias de prensa del Presidente y del Gobernador tienen niveles altísimos por ser anuncios oficiales.”
– ¿Se registraron incrementos de nuevos usuarios en redes sociales?
– “Aumentaron el uso de plataformas de comunicación como zoom, de redes nuevas como Tik tok, de cultura digital. Pero las redes tenían casi cubierto los usuarios que podía conseguir. Instagram tenían niveles de penetración altísimos, Facebook no creo que pueda sumar muchos más.”
– ¿Qué tipo de cambios podemos esperar con esta expansión en el uso de medios digitales?
– “No sé en cuanto pero esto va a transformar algunas costumbres, sobre todo en términos laborales y organizacionales. Esto genera una maximización del uso del capital. No quiere decir que todo vaya a ser digital. El uso de zoom antes de esto era casi inexistente. Va a tener una penetración mucho más importante, incluso cuando se levanten las restricciones. Por otra parte, hay una tradición política muy arraigada al espacio público y eso no creo que se vaya a diluir.”
