skip to Main Content

Entrevista a Lisandro Teszkiewicz, abogado defensor de Mariana Gómez.

Lisandro Teszkiewicz


Por Damián Ierace

— 10 de julio de 2019 —

Luego de un proceso que duró 21 meses Mariana Gómez, la joven que fue detenida en la Estación Constitución por besar a su esposa Rocío Girat, fue condenada a un año de prisión en suspenso por la jueza María Yungano por resistencia a la autoridad y lesiones leves. El fallo fue dictado el viernes 28 de junio, Día Internacional de Afirmación de los Derechos de la comunidad LGTBI.

Lisandro Teszkiewicz, abogado defensor de Mariana y trabajador nodocente de la Universidad Nacional Arturo Jauretche consideró que la sentencia es un golpe a los derechos y garantías individuales y un paso atrás. “Retrocedimos 25 años, cuando existían los edictos policiales y una persona podía ir presa hasta 30 días por mostrar en público su afecto a una persona del mismo sexo. Ahora esta jueza dice que puede ir presa hasta un año”.

El abogado aseguró que ni bien se les informe cuáles son los argumentos de la sentencia apelarán ante la Cámara de Casación. “Esperamos que en base a toda la prueba que pudo verse en el juicio y a la correcta aplicación de la ley, la Cámara de Casación nos dé la razón y ponga las cosas en su lugar. Ya no decimos que haga justicia, porque una buena parte de la injusticia que recibieron Mariana y Rocío a lo largo de estos 21 meses ya es irreparable, pero por lo menos que pongan las cosas en su lugar y que el Estado Argentino declare que ser lesbiana no es delito”, dijo.

El 2 de octubre de 2017 Mariana Gómez se encontraba en el domo de la Estación Constitución junto a su esposa Rocío Girat, cuando el policía Jonathan Rojo intentó detenerla con la excusa de que estaba fumando en un lugar prohibido.

Ese día Mariana sufrió una agresión brutal”, explica Teszkiewicz. “Jonathan Rojo la trató de pibe, la golpeó, le impidió retirarse del domo de Constitución, intentó detenerla por una causa por la cual no tenía legitimidad”.

Mariana intentó defenderse de la agresión de Rojo y cuando éste intenta reducirla, con la ayuda de la oficial Villarreal, a quien el policía mandó a llamar, tirándola al piso es cuando ésta resulta levemente lesionada.

A Mariana la acusan de resistencia a la autoridad; nuestra ley es bien clara para que exista un delito de resistencia a la autoridad tiene que haber una orden legítima de la autoridad a la cual resistirse. El oficial Rojo dice que quería detener a Mariana por estar fumando en un lugar prohibido; la ley antitabaco no prevé la detención en esas circunstancias, por lo tanto esa detención era ilegítima y Mariana tenía derecho a defenderse” sostiene su abogado defensor.

Y agrega que la propia oficial Villarreal en su declaración en el juicio dijo que “el mechón de cabello efectivamente se le arranca pero en el momento en que el oficial Rojo la tira a Mariana al piso, como dicen ellos en su jerga, para reducirla. Cuando el oficial Rojo la tira al piso para reducirla, en ese momento Mariana intenta agarrarse de donde puede, se agarra de un mechón de pelo y se lo queda en la mano. Y no es un invento de la defensa, la oficial Villarreal lo dijo en el juicio”.

Para Lisandro Teszkiewicz la condena a un año se prisión en suspenso por resistencia a la autoridad y lesiones “además de ser aberrante, además de mostrarnos que es urgente y necesario que se aplique la Ley Micaela en el Poder Judicial, no respeta los mínimos parámetros de la ley”.

En el caso de Mariana se dan todos los mecanismos de violencia institucional contra las comunidades LGTBI que describe en un informe la Comisión Interamericana de Derechos Humanos: abuso policial (discriminador, machista, lesbofóbico) y su convalidación por parte del poder judicial, una acusación por delitos menores (en este caso la resistencia a la autoridad y las lesiones leves) y finalmente la aplicación de una sanción ejemplificadora.

Si uno mira los últimos 21 meses de Mariana parece que las autoridades argentinas hubiesen tomado ese informe de denuncia y lo hubieran aplicado como si fuera un manual de instrucciones”, plantea el defensor.

La sentencia prevista para el 25 de junio, pasó para el viernes 28 de junio, Día del Orgullo LGBTI. “La jueza habló de resistencia a la autoridad y lesiones; todos los que estuvimos ahí escuchamos que le decía a Mariana: tenés un año de prisión en suspenso por ser lesbiana, y no resignarte a que pisoteen tus derechos. Le dijo a Mariana y le dijo al mundo: las lesbianas tienen que bancarse los abusos del poder, y si no se los bancan van a ser castigadas”.

El abogado sostiene que a lo largo de este proceso Marian Gómez sufrió tres discriminaciones: por mujer, por lesbiana y por pobre. “Si ella hubiera sido un hombre, heterosexual y rico, esto no hubiese pasado”.

Compartir
Back To Top